Cómo controlar el ‘bullwhip effect’ o efecto látigo en logística
El efecto látigo o bullwhip effect es, en su definición logística, un fenómeno de imprecisión en la estimación de la demanda por parte de cada miembro de la cadena de suministro cuando hay fluctuaciones en los volúmenes de los pedidos.
Este efecto se produce porque, en lugar de tener como referencia la demanda del cliente final, los miembros de la supply chain toman como indicador la demanda que le transmite su antecesor en la cadena (afectada, por ejemplo, por stocks de seguridad u ofertas especiales). Esto añade una amplificación extra en el aprovisionamiento que se traduce en descompensaciones de stock almacenado.
¿Cuándo se produce el efecto látigo o ‘bullwhip effect’? Consecuencias
Según este concepto, la percepción de la demanda se va distorsionando a medida que se aleja del consumidor final. Abordémoslo con un ejemplo: la demanda del producto X es de 100 unidades diarias, pero llega un día en el que los clientes piden 200 unidades del producto X. Bajo el efecto látigo, la cadena de suministro reaccionaría del siguiente modo:
- En una tienda o comercio hay una demanda de 100 de un producto X. La tienda normalmente tiene un stock de 200, que se divide en: 100 unidades para cubrir la demanda normal y otras 100 como stock de seguridad. En un momento dado, se registra un incremento de la demanda en 100 unidades (demanda total de 200 unidades). Para atender a sus clientes, la tienda echa mano de su stock de seguridad, así que el siguiente pedido que realiza al distribuidor pasa a ser de 300 unidades: 200 para cubrir la nueva demanda y 100 para compensar el stock de seguridad gastado excepcionalmente.
- El pedido de la tienda minorista de 300 unidades llega al distribuidor y, frente al aumento, él también utiliza parte de su stock en el almacén para cubrir esa demanda extra (200 más frente a los 100 habituales). El distribuidor tiene la percepción de que la demanda ha pasado a ser 300 unidades y realizará un pedido al fabricante por 400 unidades (añade 100 más para abastecer su propio stock de seguridad).
- El fabricante acudirá a sus propios stocks de seguridad para satisfacer esta demanda de 400 unidades, pero empezará a producir lotes mayores bajo la percepción de que se ha disparado el consumo de sus productos.
Cada eslabón de la cadena de suministro está aumentando la diferencia entre la demanda real y la que perciben. En este ejemplo, por no considerar los stocks de seguridad de cada miembro como parte de esa demanda, el resultado es que los desajustes florecen a lo largo de la cadena de suministro causando:
- Una mayor inversión en inventarios, tanto por costos de almacenamiento como por los logísticos, sin que realmente sean necesarios.
- Paradójicamente, el desajuste también puede resultar en situaciones de falta de existencias o roturas de stock. Esto tiene lugar sobre todo al tratar de paliar el efecto látigo tras diagnosticar el sobredimensionamiento de inventarios o haberse producido un efecto látigo inverso por una fluctuación negativa.
- La distorsión puede incitar al fabricante a incrementar la producción, que se tornará ineficiente al volcar en el mercado una oferta que excede en mucho la demanda real y que puede provocar una caída de los precios al necesitar eliminar el sobrestock.
En la imagen podemos ver representadas las fluctuaciones del efecto látigo de manera gráfica:
Causas del efecto látigo en logística
El origen del efecto látigo en logística se halla en los problemas que tiene cada miembro de la supply chain para determinar la demanda real de sus productos. Esta falta de visibilidad hace que las empresas destinen recursos a la adquisición de stock en base a datos distorsionados o mal contextualizados.
El terreno perfecto para que fructifique el bullwhip effect suele estar abonado con:
- Una falta de visión estratégica en la planificación de la cadena de suministro.
- Una carencia de procesos, herramientas y sistemas de información que fortalezcan la colaboración entre los miembros.
- Dificultades para que la comunicación fluya dentro y fuera de la compañía por razones de cultura empresarial y de formación de los trabajadores.
Antes de repasar estrategias para frenar el efecto látigo en logística, hay que tener presente que se trata de una problemática que debe tratarse de manera integral y sostenida en el tiempo.
Algunas soluciones para paliar el efecto látigo en logística
La solución para el efecto látigo pasa por conseguir una mayor precisión de las estimaciones de ventas. Veamos las buenas prácticas que se pueden aplicar para limitar el efecto látigo en logística:
1. Habilita los sistemas de información necesarios para abordar una planificación logística fluida
La integración de los distintos software en logística permite configurar un sistema de información transversal que mejore la visibilidad de los datos y ajuste las previsiones de ventas para todos los implicados. Con la complejidad que caracteriza al entorno logístico omnicanal, cada vez se desarrollan más soluciones que plantean dotar de fluidez a los intercambios de datos en logística.
Por ejemplo, la instalación de un software de gestión del almacén potencia el control de stock en base al sistema ERP (Enterprise Resource Planning). Del mismo modo, es posible añadir funcionalidades que controlen las existencias en las tiendas físicas y registren las fluctuaciones de la demanda real en cada una de ellas. En el caso del ecosistema Easy WMS de Mecalux, esta función la suple el módulo Store Fulfillment, que se comunica directamente con el SGA que opera en el almacén.
2. Conciencia a tu equipo interno de que su colaboración es crucial para reducir el efecto látigo logístico
A pesar de que las herramientas y sistemas de información allanan el camino, lo cierto es que este no puede recorrerse de modo efectivo si cada área de la empresa funciona independientemente del resto. Trabajar de forma compartimentada y que cada equipo “proteja” sus propios datos es un error. El área comercial debe ser un canalizador de la información de ventas, no un obstáculo que la retiene en su poder.
Una planificación centrada en los consumidores y no en los compradores es muy beneficiosa para la empresa en su conjunto. Al fin y al cabo, los consumidores son los clientes finales que utilizarán el producto.
Por ejemplo, para un comercio minorista, el consumidor y el comprador coinciden, pero no es así según avanzamos en la cadena de suministro: para el fabricante, el comprador es el distribuidor y éste no es la persona que va a hacer uso del producto. Centrar la estrategia en la demanda del consumidor final es fundamental para limitar el efecto látigo, puesto que los datos no se corrompen con stocks de seguridad añadidos.
3. Estrecha la coordinación entre los miembros de la cadena de suministro
En nuestro artículo sobre Lean logistics ya vimos los inconvenientes que acarrea el sobredimensionamiento de los stocks: es uno de los principales puntos de fuga de eficiencia operacional.
La coordinación entre los distintos eslabones de la cadena de suministro adquiere más importancia que nunca para disminuir el bullwhip effect y, ante todo, evitar que se produzca. Para ello, conviene:
1. Añadir como criterio en la selección de proveedores el requerimiento de compartir esta información y establecer el marco legal requerido para concertar este tipo de acuerdos. Tus proveedores deben estar dispuestos a ejecutar una estrategia de gestión de la cadena de suministro común que aproveche las sinergias.
2. Asegurarse de que tus propios datos sean fiables: para ello, es muy útil contar con el módulo Supply Chain Analytics Software, que registra un histórico exhaustivo de los movimientos de stock.
3. Crear procesos y designar equipos para el control de la nueva información entrante: a pesar de que es posible configurar alertas en el SGA que avisen de desviaciones inusuales, es recomendable que el equipo revise y vigile su correcto funcionamiento.
El papel del almacén frente al efecto látigo
El almacén también puede verse sometido a una presión extra como resultado del efecto látigo. De hecho, puede comprometer su capacidad de almacenamiento ante un aumento desproporcionado de las existencias, complicando así su gestión.
Gracias a herramientas como los sistemas de gestión de bodegas es posible:
1. Aplicar un método de trabajo adaptativo en lugar de reactivo en el almacén
Con un enfoque adaptativo, la instalación está preparada para lidiar con los cambios de manera solvente porque se apoya en la experiencia previa y diseña una respuesta basada en la información que tiene el software. En cambio, el enfoque reactivo carece de este trabajo previo y opera sobre la marcha para tratar de resolver el imprevisto, generando una respuesta menos óptima.
2. Facilitar la interconexión con el resto de implicados en la cadena de suministro
Existen distintos módulos para Easy WMS que cumplen esta función. Destacamos:
- Módulo para E-commerce: adapta la forma de trabajar del almacén a los requerimientos ligados a las tiendas online ajustándose así a las expectativas de la demanda: pocas unidades por pedido, plazos de envío mínimos, actualización del estado de cada pedido y trazabilidad de mercancías.
- Módulo Multi Carrier Shipping Software: agiliza el trabajo con las principales agencias de transporte integrando su sistema de codificación y etiquetaje.
- Módulo del SGA para producción: coordina el abastecimiento con los proveedores de materias primas habilitando la visibilidad en tiempo real de los suministros, productos semielaborados y productos terminados.
El software, esencial para la gestión logística y de la ‘supply chain’ sin rastro del efecto látigo
Los SGA abren enormes posibilidades para la mejora de los procesos no solo en el almacén sino en toda la supply chain. Si quieres explorar cómo los distintos módulos y funcionalidades ayudan a limitar el efecto látigo en tu cadena de suministro, ponte en contacto con nosotros y te enseñaremos una demostración personalizada para tu caso.