Jidoka: el método que mejora los procesos productivos
Jidoka es una de las herramientas para mantener el flujo de trabajo y atajar de forma definitiva los problemas que puedan surgir en la lean supply chain.
¿Qué es jidoka y para qué sirve?
Jidoka es un enfoque de la filosofía de fabricación lean que prioriza el control de la calidad en cada paso del proceso productivo. Se fundamenta en detener las líneas de producción de modo inmediato cuando se detecta un error. Así, se evita la creación de grandes volúmenes de producto que no cumplen con los estándares o son defectuosos, se reduce el potencial impacto negativo en las ventas o en la experiencia del cliente y se persigue la excelencia operacional.
¿Cuál es la finalidad del método jidoka?
El propósito de implementar el método jidoka es fabricar productos que no solo satisfagan las expectativas de los usuarios, sino que las superen. Detener la línea de producción a la primera señal de un problema otorga la oportunidad de atajarlo directamente desde la fuente, previene su recurrencia y fomenta una cultura centrada en la mejora continua.
El origen del jidoka
Sakichi Toyoda, quien más adelante fundaría el grupo Toyota, logró que los telares se detuvieran automáticamente cada vez que un hilo se rompía. Este inconveniente generaba defectos en los productos, pero el dispositivo creado por Toyoda lo notificaba a los operadores a través de una señal visual. De esta manera, se limitaban las paradas de producción y el sistema cobraba autocontrol.
¿Cuáles son los 4 principios del jidoka?
El método jidoka se basa en cuatro principios básicos que aún siguen vigentes. Los fabricantes modernos pueden aplicarlos para garantizar la continuidad de sus flujos de trabajo y mantener su takt time:
- Detectar anomalías. El objetivo es que las propias máquinas sean capaces de reaccionar a sus fallos y lanzar alertas que pongan sobre aviso a los empleados para evitar cualquier alteración en los procesos. Esta filosofía abarca todo tipo de complicaciones, incluidos productos defectuosos o materias primas en mal estado.
- Detener la producción. Localizado el error, la maquinaria ha de parar su actividad sin intervención humana. Eso sí, los trabajadores deben tener la capacidad de frenar las líneas en caso de emergencia.
- Tomar medidas. Tras tratar de resolver el problema rápidamente, hay que decidir si es posible retomar la fabricación.
- Evitar las recurrencias. Si la incidencia se ha resuelto, la persona o equipo responsable debe investigar qué ha sucedido, descubrir cómo prevenirla a largo plazo e implementar las mejoras necesarias para que no se repita.
Diferencia entre jidoka y poka-yoke
Jidoka y poka-yoke son dos técnicas desarrolladas en Toyota y que, pese a contar con algunas similitudes, ofrecen soluciones diferentes.
- El eje central del jidoka son las máquinas o sistemas que se apagan solas en caso de error. Para ello se utilizan elementos de monitorización como sensores o detectores. Es por ello que este método también se conoce como autonomación, una nueva palabra que combina los conceptos autonomía y automatización.
- Por su parte, el poka-yoke busca eliminar del todo los fallos a partir de la implantación de medidas preventivas. Se centra en acciones repetitivas en las que es relativamente sencillo cometer errores y en impedir que sucedan a través de dispositivos diseñados para anticiparse a los humanos. Un ejemplo es el mecanismo de seguridad que evita que electrodomésticos como lavadoras, lavavajillas o microondas se activen hasta que sus puertas estén cerradas.
¿Cómo implementar el método jidoka?
Implantar el jidoka en una compañía implica un cambio de paradigma. Adoptar esta filosofía supone prestar atención a las complicaciones aparentemente pequeñas y no dejarlas de lado mientras se atiende a otras urgencias y plazos de entrega. Aunque el jidoka ponga el foco en las máquinas, son las personas quienes tienen en su mano mejorar los procesos. Estos son los tres primeros pasos que se han de seguir para conseguirlo:
- Buscar la colaboración de los gerentes. A fin de asegurar la buena implementación del jidoka, es fundamental que los directivos entiendan las ventajas de este método y que detener puntualmente la producción puede resultar una oportunidad de crecimiento. Así, toda la empresa conocerá lo que el jidoka tiene que aportar y le darán la misma prioridad que a otros sistemas como el just-in-time.
- Establecer una evaluación. Antes de ponerse manos a la obra, es necesario hacer una reflexión sobre la viabilidad de los procesos y de las implicaciones y requisitos para implantar el jidoka.
- Empezar por proyectos pequeños. Es recomendable comenzar con pruebas en algunas máquinas antes de extender esta forma de trabajo al resto de la organización.
¿Qué ventajas tiene el método jidoka?
Incorporar jidoka a las operativas aporta múltiples beneficios a las empresas que apuestan por esta filosofía:
- Mayor productividad. Detectar irregularidades a tiempo evita tener que detener series y volverlas a iniciar. Además, este método permite que los operarios trabajen en más de una máquina de modo simultáneo.
- Disminución de costos. Dejar de fabricar productos defectuosos se traduce en menores gastos en reparaciones, capital humano y materias primas.
- Satisfacción del cliente. La calidad de los productos y el cumplimiento de los tiempos de entrega mejora la experiencia de compra.
Ejemplos de jidoka en situaciones cotidianas
Más allá de los telares de Sakichi Toyoda, el jidoka se encuentra muy presente en objetos y procesos del día a día:
- Dispositivos electrónicos. Un ejemplo de jidoka se encuentra en las impresoras domésticas o de oficina y su función de parada automática cuando existe un potencial atasco de papel. Estas detienen la impresión y emiten una alerta visual o sonora para que el usuario coloque de nuevo las hojas antes de gastar más tinta o agravar el problema.
- Transporte. Los vehículos cuentan con testigos visuales que informan al conductor sobre aquello que pueda afectarles.
- Sanidad. Los sanitarios vigilan el estado de salud de sus pacientes a través de la monitorización de sus constantes vitales. Cuando detectan alguna anomalía, estos aparatos avisan al personal para que actúen de inmediato.
De la producción a la logística
Las compañías más competitivas estudian de cerca su propio funcionamiento, buscan formas de perfeccionar sus procesos e incorporan los últimos avances tecnológicos a fin de potenciar el trabajo de sus equipos. La automatización de bodegas y su control mediante el software de gestión Easy WMS de Mecalux, que aporta visibilidad y trazabilidad total de los productos y su estado, son grandes aliados para lograrlo. Estos programas permiten descubrir anomalías a tiempo, es decir, cumplir con el primer principio de la metodología jidoka. Contacta con nosotros y hallaremos la solución más óptima para tu empresa.