Es posible construir almacenes autoportantes en los que la manutención sea realizada por equipos de recorrido libre (torres trilaterales, torres bilaterales o montacargas retráctiles).
No obstante, se ha de tener en cuenta que las máquinas tipo torre no superan los 15 m de altura y las retráctiles, los 10,5 m. Además, se necesitan pasillos más anchos que los adaptados habitualmente para los transelevadores. Por otra parte, es preciso contar con un suelo de alta planimetría, en especial, si se usan montacargas tipo torre.
Un factor importante es que se necesita personal en el interior de las estanterías para manejar la carga y realizar las operaciones.
A pesar de estas indicaciones, un almacén autoportante alimentado con máquinas de libre recorrido es una buena e interesante opción, ya que se trata de una construcción específica, sin pilares, y generalmente más económica y más rápida de montar que los sistemas con edificios convencionales.
Cámara frigorífica autoportante para trilaterales
Apoyo de los aparatos de recorrido libre
Este tipo de máquinas se apoyan directamente sobre el suelo y, para un funcionamiento más rápido y seguro dentro de los pasillos, las de tipo torre requieren de un sistema de guiado, que puede ser mecánico, filoguiado o por láser .
Guiado con perfil LPN 50
Guiado con perfil UPN50
Guiado con perfil UPN 100 formando isleta
Guiado filoguiado
Holguras en los aparatos de recorrido libre
Las holguras para los aparatos de recorrido libre son muy similares a las de los aparatos de recorrido fijo. Si bien hay que tener en cuenta que el método de toma y depósito de las cargas que emplean los primeros difiere algo con respecto al usado por los segundos.
Por regla general, los aparatos de recorrido libre utilizan cabezales giratorios para poder tomar y depositar la carga en el lado izquierdo o derecho de la estantería, mientras que los de recorrido fijo utilizan cabezales telescópicos.
Esta característica obliga a que las necesidades en relación a la anchura del pasillo sean profundamente diferentes. En el supuesto de usar estibas europeas de 1.200 mm de profundidad, un montacargas trilateral exigirá un pasillo de entre 1.700 y 1.900 mm de ancho, en función de la eficiencia que se pretenda conseguir con la máquina, mientras que un transelevador sólo necesitará un pasillo de entre 1.500 y 1.600 mm de ancho.
A la hora de especificar las holguras en una bodega diseñada para ser operada con un montacargas de tipo trilateral, hay que tener en cuenta tres medidas –en cuanto a la anchura de los pasillos se refiere– como son la distancia entre frentes de los raíles guía (señalada con una A en la ilustración que acompaña a estas líneas), la longitud entre los frentes de las cargas (B) y la separación de los frentes de las estanterías (C).
Además se han de tener en cuenta, también, las tolerancias de la planimetría del suelo.